viernes, 11 de marzo de 2011

001

Nunca se me ha ocurrido describir donde vivo. A ver, vivo en una casa blanca rodeada de verde y de sol. El sol, a veces, puede llegar a ser insoportable, y el calor también. Aunque a mí no me molesta, sólo me baja la tensión. La gente se desespera por eso. Yo no, me tumbo, y espero que llegue la tarde, con su fresquito y sus mosquitos. Alrededor, montañas y sierras, vegetación frutal y de monte bajo. Y al fondo una mancha blanquísima hasta el mes de mayo. Mi tierra, casi siempre huele a fiesta, a cañas, a vino, a salir con los amigos, a excusa para celebrar; a roscos de anís en invierno; a romero, tomillo y azahar en primavera; y a “comer moras” en otoño.

3 comentarios:

  1. Caray dan ganas de ir a visitarla. Creo que se podría llamar un texto positivo.

    ResponderEliminar
  2. Sí, es cierto Mjo, es una visión positiva. Y está claro que a la hora de describir, hasta los que afirman que eso no les va, todos disfrutan. De hecho todos tenemos en la descripción la imagen de lo que es escribir.
    En esta caso MA ha renunciado a que por sus palabras se intente reconocer la ciudad y ha optado por una imagen más literaria y subjetiva.
    Este es uno de los ejercicios pensados para disfrutar, nada está mal... igual que el del argumento es para todo lo contrario... nada está bien. Pero con nuestros comentarios, por lo menos, podemos tomar conciencia de los esqueletos que sostienen todos los relatos y, de paso, reírnos un poco.

    ResponderEliminar
  3. Si, el argumento me trae de cabeza...pero no va a "podé" conmigo, hoy le ataco de nuevo.

    ResponderEliminar

Haz tu respetuosa aportación a este texto: